sábado, 17 de marzo de 2012

La mafia japonesa: Los Yakuzas

Buenas mi querido proletariado hambriento de conocimiento. Soy yo, Laura, que les viene con una entrada interesantemente interesante.
Me he fijado que en el mes de la cultura Japonesa, aquí en terreno baldío, solo les han enseñado cositas bonitas sobre Japón. La única cosa realista y fea que he visto fue lo de Joseph Kony y  eso ni siquiera es noticia de Asia.
Así que, como siempre me gusta hacer, rebatiré las cosas bonitas con un argumento malvado. Si, así los llamo yo.
Entonces, hablemos de los Yakuzas.
Pero, mi querido y ligeramente ignorante proletariado, ¿qué es un Yakuza?

Supongo que alguna vez has escuchado hablar del Padrino o si tienes suerte, viste la película o un trozo de ella. No te culpo si no lo hiciste, es realmente larga. En resumidas cuentas, habla sobre la mafia, del señor Vito Corleone y su Famiglia, habla de una serie de cosas un poco traumatizantes, pero mafiosos al fin. Pero no todos los mafiosos son italianos.
Los Yakuzas son la crema y nata del crimen organizado asiático, es uno de los grupos mafiosos más grandes del mundo, tienen más de 100.000 miembros y solo en Japón.
No es para menos, es una de las mafias más antiguas y todos en Japón temen a los Yakuzas.
Pues bien, vamos a lo más básico, de donde salieron los Yakuzas…
Para eso, consultemos a mi marido Wikipedia:
Durante el período Edo, la figura del samurái era privilegiada dentro de la sociedad debido a su eficiencia militar y los servicios de seguridad que prestaban a la comunidad, a través de los daimyō, señores feudales. Al final del período Edo, Japón inicia su era moderna y continúa unificándose en un solo gobierno, así que muchos samuráis eran despedidos porque resultaban inútiles a los nuevos destinos de la nación y se convertían en mercenarios ambulantes conocidos como rōnin. Estos siguieron haciendo trabajos de manera independiente para sus jefes y la alta sociedad. Al cabo del tiempo se empezaron a organizar en bandas paramilitares que protegían regiones a cambio de comida y comodidades que proporcionaba la comunidad. Poco tiempo después terminan dominando los negocios ilegales de Japón. A finales del siglo XIX y al iniciarse el XX tenían el control de la, las apuestas, el contrabando, lavado de dinero, los espectáculos, la especulación de bienes inmobiliarios, la extorsión, y el tráfico de drogas, y armas. Además, después de la Segunda Guerra Mundial ciertas bandas de ideología ultraderechista comenzaron a operar y extorsionar dentro de grupos políticos.
Como es costumbre, quizás de las 100 cosas que dijo mi esposo, no entendiste al menos 99.
Lo traduciré a tu idioma.
Bien, estos panas eran en un principio lo que conocemos como samuráis. Si no sabes que es un samurái, consulta disfraces de carnaval.
Bien, entonces, se supone que los samuráis eran los buenos.
Siendo los amigos samuráis desplazados por su aparente “inutilidad laboral” cuando comenzaba la nueva y mejorada, moderna y genialosa época de Japón, pues se metieron a malos.
Y con malos decimos, malos realmente bien organizados.
Los Yakuzas controlan muchas de las cosas “divertidas” de Japón: Contrabando de Armas, drogas, lavado de dinero (es decir, el proceso en el cual el dinero recaudado en actividades ilegales se “transforma” en dinero limpio, como sí lo obtuvieran de otra fuente), prostitución, asesinos a sueldo y una larga y traumatizante lista de etc.
Una de las curiosidades sobre los Yakuzas que es un poco espeluznante, es que cuando uno hace algo que no debe o falta el respeto a sus superiores en rango, a este se le corta el dedo meñique. Allá todos saben lo que un dedo meñique cortado significa, así que es mucho peor que cualquier otra cosa.

Pero el símbolo más distintivo de los Yakuzas es otra cosa aún más interesante.
¿Recuerdan la pasada entrada en la que hable sobre los kimonos? Pues resulta que los kimonos también pueden llevarse tatuados en la piel…
El Horimono

Este es un tatuaje literalmente con forma de kimono, cubre cada centímetro de la piel, desde el cuello a los tobillos, es realizado por maestros tatuadores, cuestan muchísimo dinero y no son tatuajes diseñados para enseñarlos, mas bien, tiene una forma perfecta para ser ocultados por la ropa, pues es un símbolo que te identifica como miembro de la mafia.  Lleva años hacerlo completo así que, en Japón, si tienes un lindo Horimono y decides retirarte de la mafia, no creas que tendrás una vida tranquila o que podrás ir a la playa. No mientras te vean eso en la piel.
Estos tatuajes descienden de una antigua forma de castigar a los criminales. La policía solía colocarles a los presos tatuajes en la frente o en alguna parte visible del cuerpo de forma que la gente supiera que eran una vez que eran liberados y los despreciaran y aislaran. Pero con el tiempo, los criminales empezaron a exhibir sus tatuajes como símbolos de orgullo entre ellos y así nació el horimono. Los miembros Yakuzas llevan estos tatuajes según la ética samurái, y en realidad, la mayoría de los diseños se basan en escenas de batallas samuráis, dragones y otras cosas. La ética samurái exige fortaleza, y perseverancia, dedicación, tiempo y mucha pasión, quien deja un horimono a medias, deja todo a medias.
En fin, eso es todo mis queridos proletaritos del amor amoroso, espero les vaya bien, tengan un buen domingo.
Laura

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