viernes, 8 de marzo de 2013

Sexo Salvaje: Las vida romántica de las libélulas

Buenas tardes, noches, mediodías, madrugadas tengan todos mis muchachos (trataré de dejar de llamarlos "proletariados" en la brevedad posible) soy yo, Laura, que viene a hablarles de una de las cosas mas interesantes con las que me he podido topar.

Antes de que empiecen a hacer chistes de doble sentido sobre el título de la entrada, no, no hablaré de pornografía o al menos no de una que ustedes puedan disfrutar (pervertidos), les hablaré de la vida romántica y sexual de uno de los insectos mas curiosos y emblemáticos del reino animal: La libélula.

Pero bien, ¿Qué es una libélula? Buena pregunta. Para aquellos brutos amigos que no se ubican, esto es una libélula:


Es uno de los insectos mejor evolucionados de la naturaleza, pues con los años ha perfeccionado su manera de volar, tan rápida y elegante que ni los humanos con nuestros helicópteros podemos siquiera imitar. Además, posee una gama de muchísimas especies diferentes y a su vez estas especies tienen millones y millones de colores llamativos, tamaños y formas de alas distintas. Pero,¿ a qué se debe esto? a la forma en la que han evolucionado la manera de copular.

Si no te ubicas, copular es sinónimo de sexo (hurra por las palabras nuevas). Aquí es donde viene lo realmente interesante, por si tienes ganas de saber como se ven un par de libélulas amándose, pues aquí tienes:


¿Bonito no? Tiene forma de corazón!

Pues no, en realidad, se ve como si fuera muy hermoso, incluso lo hacen al vuelo, suben, bajan, van hacia delante y hacia atrás, vuelan en espirales, siempre en esta posición, retorciéndose y doblándose como si fuese un acto de gozo y se amaran.

En realidad, la vida sexual de la libélula es más difícil de lo que se imaginan.


Las libélulas tienen un ciclo de vida interesante, las hembras de libélula, al ser fecundadas, depositan los huevos en el agua de algún lago (son tan ligeras que les es sencillo mantenerse de pie quietas sobre la superficie del agua) luego estos huevos se hunden y pasan 6 meses bajo el agua, cuando eclosionan y las jóvenes libélulas pueden salir a la superficie, a desarrollarse hasta ser una gran libélula adulta para que el ciclo se repita.

Sin embargo, la lucha por encontrar una hembra y fecundarla , entre las libélulas macho, dejó de ser un cortejo romántico en el que se tenía que buscar la manera de llamar la atención de la hembra y ganarla, para ser una persecución violenta de quien depositaba el semen donde primero.

Los machos poseen un pene (en forma de cuchara) así como tienen un compartimiento para generar semen y luego están los testículos (si, no son como los hombres...). Ese compartimiento entra en ebullición cuando es temporada de apareamiento y genera las cantidades necesarias de semen que debe ser depositado en el canal de la hembra para que esta pueda ser fecundada y posteriormente pueda depositar los huevos.


Los machos vuelan, en busca de hembras durante la temporada de apareamiento, donde todas las libélulas del lago o estanque están acaloradas y no paran de moverse. Cuando un macho encuentra a una hembra, lucha por sostenerla y evitar que se mueva (usualmente la sostienen por las alas o cerca del abdomen, para inmovilizarlas) y es cuando comienza el ritual. El macho inserta el pene en el canal de la hembra (esta dobla el abdomen para que sus sexos se encuentren) y es así como se produce esa forma de corazón que vemos. 

Lo realmente doloroso es que los machos de libélula, de las pinzas especiales que tienen en el abdomen (que utilizan para sostener a la hembra) han desarrollado púas que le dejan severas marcas a las hembras, donde muchas mueren por perforaciones y otras huyen de los machos en la temporada de apareamiento, asustadas.

La verdad, el comportamiento de estos insectos es muy inteligente y avanzado, por lo que no deben sorprenderse de esta forma de "pensar" de los insectos.

Los científicos han investigado y se han dado cuenta de que el pene con forma de cuchara tiene un uso específico: A los machos realmente no les importa si esta hembra se ha apareado con un macho anteriormente y se ya la han fertilizado pues tan simple como que las sostienen, inmovilizándolas y usan su pene en forma de cuchara para sacar el semen del macho anterior, luego el semen pasa del canal a los testículos y se dispara desde el pene, fecundando a la nueva hembra y a la vez eliminando el semen del rival anterior.

Esto se repite muchísimas veces durante el apareamiento, por lo que una hembra puede ser visitada por hasta 3 machos en menos de 5 minutos.


Hay una serie de machos inteligentes que, una vez que es fecundada exitosa mente una hembra, no la sueltan: En este caso, la llevan directamente al agua y la vigilan para que pueda colocar los huevos tranquilamente sin que nadie la moleste a la vez que la protegen de otros machos que puedan aprovecharse de ella. Esto, por supuesto, lo hacen con la única razón de asegurarse de que sean SUS huevos los que sean colocados.

Además, se ha comprobado que el libido de los machos es tanto que muchas veces atacan a cualquier clase de hembra, sin importar si esta madura (es decir, si es totalmente adulta) o no, así como las hembras menos propensas a ser acosadas son las azules, porque parecen machos. Los machos también son mas propensos de acosar hembras parecidas a las que se han criado con ellos (si el macho de joven estuvo rodeado de hembras verdes, ira por las verdes) lo que ha desarrollado una cantidad interesante de fenotipos.

Se han desarrollado al menos 4000 especies en lo que va de los últimos 290 mil años, lo que es un impresionante logro para las libélulas, a nivel evolutivo.

Así que, la próxima vez que veas un par de libélulas flotando alegremente sobre el agua, durante el verano, retorciéndose la una contra la otra, piensa bien si lo que estas viendo es un acto de amor, una violación o la evolución en movimiento.

Laura

Credito de National Geographic