Hola mi querido proletariado lleno de curiosidad vacacional,
¿cómo están? Espero que muy bien. Es Laura, que viene nuevamente con algo para
saciar su sed de nuevos conocimientos. Si bien la entrada sobre el harakiri
estuvo muy interesante, me dio curiosidad por la muerte y decidí indagar un
poco más.
Como bien saben, y si no, pues bienvenidas sean estas
palabras, una vez que nuestro corazón deja de funcionar nuestro cerebro sigue
trabajando unos 7 o 10 minutos aproximadamente. Luego de este tiempo, nuestro páncreas
empieza a perder 2 grados de calor la primera hora y luego 1 grado cada hora
que pasa desde que hemos muerto. El cuerpo se queda frio y comienza un proceso
llamado Rigor Mortis que, si mal no recuerdo, es cuando nuestros músculos se “congelan”
por así decirlo y nos ponemos rígidos. Y luego comenzamos a expulsar gases como
si hubiéramos comido algo en mal estado, también eructamos y cuando nos
hallamos libres de gases, comienza el lento y extrañamente fascinante proceso
del que nadie quiere hablar: La descomposición.
Pero como entre cielo y tierra hay millones de cosas que no
entendemos y que aun así no pierden ese brillo característico que distingue a
la escalofriante belleza de lo desconocido, esta entrada habla del igual de
fascinante fenómeno de la incorrupción.
Pero, ¿Qué es la incorrupción? Tan sencillo como que te
mueres y sucede todo lo que antes mencione pero se detiene hasta que te estas
tirando pedos…quiero decir El cuerpo no
se descompone y el físico adquiere un estado parecido al sueño solo que en
realidad, estas muerto.
No hay una respuesta lógica a este fenómeno y se ha dado en
todas partes del mundo, usualmente
ocurre a personas que llevaron una vida santa por lo que el fenómeno esta intrínsecamente
relacionado a Dios y a la iglesia.
A veces la incorrupción ocurre de manera parcial o
total, puede que una parte de tu cuerpo
se descomponga pero las otras permanezcan en perfecto estado o que tu cuerpo se
conserve en su totalidad, dando la impresión
de que en realidad duermes y que no estás muerto.
La iglesia reconoce 102 casos de cuerpos incorruptos como
milagros y por eso son colocados en féretros de cristal y enseñados al público
como muestra de divinidad y para motivar la fe en las personas.
Algunos de estos cuerpos sudan e incluso sangran. Ocurre
que, algunos cuerpos pasan por un fenómeno post-mortem llamado “olor a santidad”
que consiste en que los cuerpos exuden un aroma a flores como si de un perfume
natural del cuerpo se tratase.
Ha habido casos en el que los muertos se mueven como si aún
estuvieran vivos e incluso la sangre se mantiene liquida dentro de ellos.
También se registran curiosos casos de que los muertos hacen algún sonido o
incluso gritan dentro del féretro, también tienen estigmas (marcas divinas) y aun
crece el cabello y las uñas pero todas estas cosas pueden ser explicadas con
hechos científicos. A pesar de esto, no deja de ser fascinante.
Aquí les dejo un grupo de cuerpos incorruptos para que deleiten su vista:
San Silviano, muerto en el año 305
Santa Ana Maria Taigi , muerta en 1837
Bernardette de Lourdes, muerta en 1879
Si desean ver a los otros santos, pueden acudir a este enlace
Que tengan un lindo día
Laura
No hay comentarios:
Publicar un comentario